viernes, 15 de marzo de 2013

Nota 9


El título del seminario es un llamado al trabajo porque es provocador y a su vez requiere ciertas aclaraciones.
 Es indudable que los semblantes han cambiado y el lugar de la mujer especialmente. Hoy tenemos mujeres que comandan en la política y la ciencia.
Pero la feminización del mundo no se refiere a eso, sino a la primacía del goce por sobre los ideales. Se trata de la posición femenina, el modo de goce femenino que no se confunde con sexuación.
La primera diferenciación necesaria es la de posición femenina e histeria.
La histeria no siempre remite a la mujer, al punto que Lacán sugiere que el hombre es más cercano a la histeria y nombra a Sócrates como el primer histerico.
Lo que necesitamos precisar es la diferencia entre el objeto causa de deseo, y el objeto gozado. Cuando nos referimos al amor o al deseo, el sujeto está siempre en juego, en cambio cuando nos referimos al goce, el sujeto se anula. La histeria requiere de un sujeto que hace lazo entre el amor y el deseo. En cambio la posición femenina remite a un goce que excluye el sujeto.
Hablar de la feminización del mundo no es un camino hacia la mujer.  Es un recorrido que tiene al objeto de goce en el centro y que nos acerca a la perversión, porque se trata del objeto.
 La feminización del mundo, nos ubica a pensar desde el psicoanálisis un contexto que es más Almodovar que Bergman y nos obliga a inventar nuevas formas de abordaje para instituir el lazo allí donde parece imposible.
Es un desafío apasionante, porque estamos orientados por un real que cada vez, más lejos del freudiano, nos invita a reformular nuestra clínica.

Diana Pawlozky

Coordinadora del Programa de investigación: Cine, Psicoanálisis y otras miradas

No hay comentarios:

Publicar un comentario