Mostrando entradas con la etiqueta NOTAS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta NOTAS. Mostrar todas las entradas

jueves, 18 de abril de 2013

NOTA 12



A lo largo de estos meses hemos producido en el CIEC un trabajo de investigación para comenzar a esclarecer  la temática de nuestro próximo Seminario Internacional, las Notas han sido un modo de compartir con ustedes estados de trabajo, elucidaciones, interrogaciones, etc.

En esta última Nota me interesa plantear la siguiente pregunta ¿qué lugar tenemos los practicantes del psicoanálisis en este siglo 21 en el impera la alianza de la ciencia y el capitalismo, donde se forcluye al sujeto y   se lo deja liberado a una satisfacción adictiva identificada como un efecto de la feminización del mundo?

Hemos situado la época del no-todo, la dominación del objeto a sobre el Ideal, con la consecuencia del exceso de goce que sufren los sujetos, que se evidencia predominantemente en los cuerpos y los lazos, pudimos reconocer también que  este efecto feminizante conlleva nuevas posibilidades en el orden social y en la capacidad de invención y posicionamiento de algunos sujetos más sensibles y dúctiles que no se referencian por el Todo universalizante.

Para pensar esta pregunta me he orientado por Lacan en el Seminario 11 en la clase que se titula La presencia del analista, allí él comienza enunciando “…el arte de escuchar casi equivale al del bien decir”, si destaca el arte de la escucha es porque implica una larga de-formación a través del análisis y el control  en la que los practicantes no imponemos nuestros prejuicios, ideales, saberes al sujeto  sino que permitimos que cada uno despliegue y esclarezca los suyos. Miller nos dice que “el sujeto tiene más relación con este goce que con el partenaire”[1], por lo cual ese bien decir es la posibilidad de pasar ese goce que se va esclareciendo a la escritura.

 A este goce nos dice Miller solo se lo conoce en el Sujeto barrado bajo las especies  del tropiezo, la falla,  el fracaso, en su última enseñanza especifica a ese goce como disfuncional con el sentido.  Por lo tanto el acto del analista no se orienta por el ordenamiento ni la normalización sino por “una operación de desarticulación”[2] donde la interpretación apunta al fuera de sentido y a responsabilizar al sujeto de su modo de gozar.

El lugar que tiene el discurso analítico sostenido por sus practicantes es - como decía- dar la posibilidad de la “libertad de la palabra” allí donde ella está amordazada, oculta, o no reconocida. La “injerencia intelectual” de los practicantes, situada recientemente por Miller, infiero tiene que ver  con la responsabilidad que asumimos en la transmisión de una posición que nos compromete con nuestro tiempo y nos pone a trabajar, como en este próximo Seminario Internacional, para compartir con otros colegas y otros discursos nuestra interpretación sobre el sufrimiento subjetivo y los modos de tratarlo.

Adriana Laión
Directora del CIEC

 



[1] Miller, Jacques-Alain. Todo el mundo es loco, en Mediodicho 38, Revista Anual de Psicoanálisis de la EOL-Sección Córdoba. Noviembre de 2012
[2] Miller, Jacques-Alain. Sutilezas analíticas. Ed. Paidós, Buenos Aires,  2011.

martes, 9 de abril de 2013

Nota 11

Efectos feminizantes
Es preciso distinguir en la época los efectos feminizantes. Habría, lo que llamaremos el efecto feminizante que es el  objeto a, relativo a la ciencia.[1] La ciencia reduce al sujeto a un objeto, pero también tratándolo ella misma  desde un lugar de objeto. La ciencia objeto,  objetivadora produce objetivamente,  la forclusión del sujeto como tal. Como consecuencia se producen la  inhibición y  la fijación. En el híper-forzamiento de que todo lo real sea simbolizable, es lo simbólico mismo lo que se convierte en lo real, ¿el mencionado desencadenamiento de la ciencia tendría relación con esto? Hay otro efecto feminizante que no es el del objeto a, sino es el producido por el horizonte de la mujer, es decir por la introducción lógica de la inexistencia[2] y  de un  goce suplementario que instala  la advertencia de un espacio no métrico, un espacio donde hay algo que no podrá ser medible de ninguna forma, y donde aparece la dimensión del sujeto, el hallazgo y la invención como tal.
Goce femenino y letra
Eso que Lacan dilucido en la vía del goce femenino, luego lo extendió hasta hacer de ello, el régimen del goce en tanto tal, imposible de negativizar, in simbolizable, e indecible que guarda afinidades con el infinito [3]y con la letra.
El goce femenino no puede ponerse en palabras, es rebelde al saber, e imposible de negativizar. Lacan lo define como el esfuerzo de un goce envuelto en su propia contigüidad [4]Un goce envuelto en su propia contigüidad implicaría una suerte de  clase de cantidad topológica, no cuantificable ya que se trata de una cantidad discreta que al introducirse en un cálculo es considerada una unidad-objeto, no unidad de medida. La operación de comparar esta clase es la de contar,  enumerar, o sea  la serie,  pero no medir. Un goce a porfía del falo, es decir a porfía del significante, desafiando la significantización y la medida. . Este goce desconocido afloró del  estudio de la sexualidad femenina que le permitió a Lacan, levantar una punta del velo, es lo que desarrolla en el Seminario Aún.  Pero después también lo encontró en el varón donde esta más escondido bajo la baladronada del goce fálico… Este goce reservado a la mujer es la parte que existe sin sufrir la prohibición, que no es incluida en el sistema de prohibición, recuperación y su superación dialéctica.[5]
¿Esto quiere decir que es un goce que hay, existe  posible, vivificante, positivizado, que guarda una relación con el Uno el significante solo, la letra?
Un goce incontabilizable en tanto se sitúa más allá del falo. No obstante cuenta con el falo en tanto letra. Letra fálica[6] que escribe el goce singularísimo imposible de negativizar. Esto pone en  perspectiva la afinidad de lo femenino con la letra, que es otro registro que el del significante. La letra, al igual que la mujer, no puede decir lo que es en tanto mujer. De allí su silencio[7]. No obstante, el psicoanálisis  encuentra que la escritura le posibilita  a una mujer inscribir un trazo sobre un horizonte donde el cuerpo y el inconsciente no son más que hendiduras.

Carolina Córdoba
Coordinadora de la Hemeroteca del CIEC


[1] Bassols Miquel, “Ciencia, ficción y feminización” en El Orden simbólico en el siglo XXI Grama ediciones, Bs.As. 2012 páginas 212 y 213
[2] Ibídem página 213
[3] Gorostiza Leonardo, “El goce femenino en el sigloXXI” en El Caldero de la Escuela Nueva Serie Nº 17 Publicación de la EOL Año 2012 página 30

[4] Lacan Jacques “Ideas directivas para un congreso sobre sexualidad femenina” en Escritos Dos Siglo XXI Editores Bs. As. 2008 páginas 714
[5] Miller Jacques Alain Curso El Ser y el Uno.  Inédito
[6] Indart, Juan Carlos. “Efectos de formación matematicos” en Revista Lacaniana Nº12  Publicación de la EOL Bs. As. Página 86 Abril del 2012
[7] Gorostiza Leonardo, “El goce femenino en el sigloXXI” en El Caldero de la Escuela Nueva Serie Nº 17 Publicación de la EOL Año 2012 página 30

NOTA 10


''La feminización y los cuerpos''
La reconfiguración de lo social trae aparejado consecuencias en la subjetividad y por  ende en la práctica del psicoanálisis.  
Hoy, en la época del No-Todo, el mandato a gozar imperante tiene sus efectos en el cuerpo. Parece ser el cuerpo una clave fundamental para leer nuestro siglo. La civilización actual nos encuentra con la mostración del goce que hay y un empuje a validarlo.
El cuerpo es el lugar donde se materializa un goce singular que hace al modo efectivo  en que cada quien vive su vida. Lo singular en tanto incapaz de reducirse a ninguna representación significante.
¿Qué pasa con los cuerpos en el siglo XXI? ¿De que sufren? ¿Cómo se presentan? ¿Cómo se enlazan?
El cuerpo se sostiene por un anudamiento “singular”, el de cada ser parlante a su lalengua. Eric Laurent nos recuerda que “Hablar con el cuerpo, indica una inquietud y corresponde a un hecho. Las palabras y los cuerpos se separan en la disposición actual del Otro de la civilización” (1)
La falla del anudamiento del cuerpo a la lengua, allí donde el Nombre del Padre se evidencia incapaz de producir ese capitón, tiene consecuencias directas en el modo en que cada quien se relaciona con su propio cuerpo. Parafraseando a Guy Briole, diría que los cuerpos ya no se visten para atraer la mirada o el interés de los otros sino que son modelados directamente sobre lo real de la carne. (Prótesis, piercing, cirugías, etc). La falsa ciencia hace creer que habría un goce garantizado y accesible hecho a medida del consumidor, borrando la no-relación.
El psicoanálisis se especifica por ocuparse del síntoma como acontecimiento de cuerpo, lugar donde palabra y cuerpo se juntan o no se juntan. Lugar donde se abrocha o no,  la cadena significante y el goce pulsional.  Es en este sentido que Lacan pudo decir que un síntoma es un etcétera. Es decir el retorno del mismo acontecimiento. Podemos hacer muchas cosas con la reiteración de lo mismo ». (2)  ¿ Qué haremos los psicoanalistas con eso? 
(1)  Eric Laurent, “Hablar con el propio síntoma, hablar con el propio cuerpo”. On line- ENAPOL VI.
(2)  Jaques A. Miller, “Leer un síntoma”. Lacaniana N° 2, Bs. As. EOL 2012
Estela Carrera
Departamento de estudios 'Psicoanalisis y cuerpo'

 

viernes, 15 de marzo de 2013

Nota 9


El título del seminario es un llamado al trabajo porque es provocador y a su vez requiere ciertas aclaraciones.
 Es indudable que los semblantes han cambiado y el lugar de la mujer especialmente. Hoy tenemos mujeres que comandan en la política y la ciencia.
Pero la feminización del mundo no se refiere a eso, sino a la primacía del goce por sobre los ideales. Se trata de la posición femenina, el modo de goce femenino que no se confunde con sexuación.
La primera diferenciación necesaria es la de posición femenina e histeria.
La histeria no siempre remite a la mujer, al punto que Lacán sugiere que el hombre es más cercano a la histeria y nombra a Sócrates como el primer histerico.
Lo que necesitamos precisar es la diferencia entre el objeto causa de deseo, y el objeto gozado. Cuando nos referimos al amor o al deseo, el sujeto está siempre en juego, en cambio cuando nos referimos al goce, el sujeto se anula. La histeria requiere de un sujeto que hace lazo entre el amor y el deseo. En cambio la posición femenina remite a un goce que excluye el sujeto.
Hablar de la feminización del mundo no es un camino hacia la mujer.  Es un recorrido que tiene al objeto de goce en el centro y que nos acerca a la perversión, porque se trata del objeto.
 La feminización del mundo, nos ubica a pensar desde el psicoanálisis un contexto que es más Almodovar que Bergman y nos obliga a inventar nuevas formas de abordaje para instituir el lazo allí donde parece imposible.
Es un desafío apasionante, porque estamos orientados por un real que cada vez, más lejos del freudiano, nos invita a reformular nuestra clínica.

Diana Pawlozky

Coordinadora del Programa de investigación: Cine, Psicoanálisis y otras miradas

domingo, 10 de marzo de 2013

Nota 8

Si hubiéramos podido visitar la Europa del Siglo XVI, habríamos encontrado un panorama familiar al contemporáneo. El orden del tejido social, tal como había funcionado hasta ese momento, comenzaba a desintegrarse. Las instituciones se resquebrajaban y ciertas figuras de autoridad y verdad perdían vigencia. El paisaje del mundo occidental se sacudía y se escuchaban estrepitosos ruidos.
Pero, si el visitante refinara el oído, sabría que esos estruendos no sólo responden a la caída de la Edad Media, a sus ruinas. También está el bullicio y la agitación de una construcción. Una cosmovisión se derrumba; un universo, múltiple e infinito, se levanta. En medio de semejante conmoción tiene lugar un fenómeno impar: la escritura mística.
Tal vez la escritura mística permitió situar una serie de respuestas a la pregunta ¿qué es un cuerpo? Si ya no es semejanza e imagen de Dios… ¿qué es el cuerpo?
Los cuerpos de las místicas estaban marcados, llenos de señales, signos… pero esa escritura resultaba ilegible. Donde estaba el cuerpo no estaba la palabra. Fue la pluma quien produjo la novedosa torsión, hasta enlazar esa experiencia de cuerpo (tan singular como muda) con el lenguaje. 
Las místicas no recorrían su experiencia como dueñas de la casa. Ellas también eran extranjeras en la región que demarcaban con sus trazos. Sin añoranza por el significante amo y frente a los murmullos de su ausencia, la escritura se produce como artificio novedoso. J. Lacan propone en su Seminario 20 que la escritura mística es un tratamiento paradigmático (uno entre otros) del goce femenino, también llamado el Otro goce.
Me interesa destacar lo que supongo la única comparación posible entre el Siglo XVI y el Siglo XXI: la convulsión del orden del Uno y la aparición de una subjetividad más sensible a lo Otro. ¿Es el declinar del significante amo una condición para que se produzca la feminización de la cultura? ¿Podría haber místicas en el Siglo XXI? ¿Dónde están? ¿Qué discurso las aloja?
No debemos pensar hoy en encontrar místicas cristianas, sino más bien un misticismo “ordinario” y laico - un estilo cool mystic, como lo denominó recientemente J. A. Miller-. En la actualidad, constatamos que existen marcas de goce en los cuerpos que tampoco van acompañadas de palabras. ¿Podría haber una escritura en el umbral de esa región que bordea la inexistencia del Otro? ¿Es el psicoanálisis el discurso que podría dar lugar a esa letra?

Pilar Ordóñez
Programa de lectura e investigación: El Psicoanálisis en la cultura.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Nota 7


“La progresiva feminización del Sujeto Contemporáneo”-  
Al respecto tomo el aporte de Miquel Bassols en el último Congreso del 2012 de la AMP, quien recorta de la tesis de Jacques Lacan, lo siguiente: que en la medida que el sujeto  se ve reducido a ser un objeto por el efecto del Discurso de la Ciencia, quien nos promete una carta – mapeo cerebral hasta el punto de no poder distinguir en ese mapeo lo real de lo simbólico, -no poder distinguir el territorio de su mapa-  se produce el efecto feminizante que es el objeto “a”, tanto para el hombre como para la mujer.
¿Qué es esto del efecto feminizante, que diferencias hay entre feminismo y efecto feminizante?.
Uno de los efectos lo ubica en lo que pasa por el objeto “a” y que es relativo a la Ciencia. Este discurso reduce al Sujeto en un objeto y no solo esto, sino que lo trata como tal, persiguiendo  la llamada “objetividad” científica en lo que investiga, como consecuencia  desconoce la singularidad de lo que trata, reduciéndose, la Ciencia misma a ser un objeto. Se forcluye al Sujeto como tal, - aclara M. Bassols. Como analistas conocemos las consecuencias de esta forclusión.
El otro efecto feminizante, que aporta Bassols, es cuando se toma en cuenta el objeto “a” tanto para el hombre como para la mujer, donde no es lo medible, ni lo métrico lo que se persigue, no es la evaluación como meta, ni la clasificación, sino que es el espacio que da lugar a la invención y a la particularidad del Sujeto como tal.
Eric Laurent en la Entrevista de Pablo Chacón: “Yo no quiero volverme tan loco” (23-12-12)  nos transmite que existe un movimiento que pide atender la singularidad y es lo que Jacques -Alain Miller llamó “la feminización del mundo”. Es el hecho de que las mujeres, cada vez, tienen más poder, más maneras de hacerse escuchar, modalidades de ubicarse más allá del sistema patriarcal.
Con su claridad, Eric Laurent pone en valor los efectos de este movimiento feminizante:
-          Las mujeres no son locas del todo,
-          carecen de afán clasificatorio,
-          no se ubican frente a lo común de la misma manera que los hombres,
-          y  hacen una llamada a vivir su vida de manera singular.
Lo que interpreto que esta progresiva feminización no conduce a un nuevo individualismo  o egoísmo extremo, sino a darle un lugar a la: Particularidad- Singularidad.
De esto se desprende que no es lo mismo feminismo que  esta insistencia femenina y sus efectos en las elaboraciones de la política.
Algunas preguntas nuevas: cómo se inserta en este movimiento de feminización el Analista, cómo interpreta esto, cómo hacer de esto su instrumento, qué lugar hacer a este efecto en su formación?
Serán cuestiones a trabajar con nuestro próximo invitado: Guy Briole.

Marta Goldenberg
Coordinadora del programa Temas de frontera entre el Psicoanálisis y la Medicina

Bibliografía
Lacan, Jacques. “El Reverso del Psicoanálisis” Libro 17. Paidós. Bs As. 1992. Pag 172
Bassols, Miquel. “Ciencia, ficción y feminización”. El orden Simbólico en el siglo XXI. No es más lo que era  ¿Qué consecuencias para la cura? Volumen del VIII Congreso de la AMP. Ediciones Grama.2012.
Miller, Jacques-Alain.  Revista Lacaniana. La economía del Psicoanálisis. “El Inconciente es político.” Pag 9. Año 1  N1. Agosto 2003-
Laurent, Eric. Entrevista a Eric Laurent. “Yo no quiero volverme tan loco” realizada por Pablo Chacón. 23-12-12. Radar.





sábado, 23 de febrero de 2013

Nota 6

Que significaria decir que el mundo esta feminizado?
Para tratar de acercarme a una respuesta, solo podria hacer algunas puntuaciones:
En primer lugar me parece que podríamos explicar esta interpretación desde una deducción lógica a partir del esfuerzo que hace Lacan en los años 70 cuando escribe las fórmulas de la sexuación, para dar cuenta, de alguna manera, de la posición masculina y femenina frente al goce.
A partir de esta deducción J.-A. Miller y Eric Laurent realizan una interpetación que nos lleva a interrogarnos.
Lo que podemos deducir de esta tabla es que de un lado tenemos el régimen del todo, en donde existe la excepción del padre y que por quedar por fuera del conjunto hace un conjunto homogeneo, para todos cerrado.
Por otro parte, del lado femenino no esta la excepción, por lo tanto queda un conjunto abierto, no-todo, el Otro esta marcado por su inexistencia lógica.
En el funcionamiento del mundo actual, en donde esta clara la caida del padre y el ascenso al cenit del objeto apodriamos decir que estamos en una época de feminización del mundo y contestarnos porqué J.-A. Miller nombra la época como el reino del No-Todo. (pág. 109 El Otro que no existe y sus comité de ética), en el sentido que en la civilización actual nos tenemos que ver con esa inexistencia.
Las consecuencias, de este modo que se presenta en la civilización, la podemos constatar en la clínica , en la manera que los sujetos regulan su goce, en la mayoría de los casos por el lado del exceso, en los vínculos de amor, en los lazos. Pero también lo constatamos en las manifestaciones sociales.
Eric Laurent nos dice (Big Felicidad- Conferencia Nov. 2007) que la inexistencia del Otro conlleva una feminización generalizada que no puede dejar de afectar a los hombres. No se trata de si los hombres son mas femeninos o no , sino de que falta el límite que la inexistencia del Otro introduce.
Esperamos entonces el Seminario Internacional, para seguir investigando y tratando de elucidar este nuevo orden de la civilización que desde el psicoanalisis llamamos: feminización del mundo.
                                      
                                                                                                          

Graciela Diosque

Coordinadora del Área de Difusión del CIEC

martes, 19 de febrero de 2013

NOTA 5


Freud   para hablar del malestar en la cultura,  parte de  textos que hablan de la diferencia  de relación entre los sexos respecto a la cultura y el superyó ,  sostenía que las mujeres son sensibles a la singularidad, no a lo universal, no a los grandes ideales. Lo que en Freud sería una crítica a ese rasgo femenino, Jacques Lacan lo retoma y hace de ese rasgo lo más interesante de la posición de la mujer: interesadas por la singularidad, lo particular del hombre.
 ¿ cómo se manifiesta hoy ese interés por lo singular,  cuando en la época se constata el todos iguales?
Sostenemos que nuestra época  es una época donde la boda entre el discurso capitalista y el discurso de la ciencia promueven un cambio en el régimen de goce,  ya no es un régimen orientado por la moral, por la prohibición,  sino    un régimen donde prevalece el plus de goce, donde se constata una superyoización de las pulsiones donde los sujetos están empujados a gozar, y esto se debe a que el objeto a  toma primacía sobre el Ideal , hoy prevalece la figura del consumidor moderno, estamos en la época de la ética del consumo.
Guy Briole  en “La palabra, más allá de la protocolización”,  nos dice  que “Los progresos de la ciencia aplicado al campo médico suscitan para cada uno- una esperanza”….”estos avances en los instrumentos de diagnóstico y tratamiento, puestos al servicio de médicos y pacientes, han revolucionado la práctica médica.” “Gracias a los progresos científicos se ofrecería una solución exterior al sujeto, así el empuje a consumir responde a una demanda inducida en el sujeto moderno.”…”esta demanda obedece menos a la realidad del progreso que a la manera de presentarlo, que refuerza la idea de la felicidad para todos, con una prevención de los impases de la vida.
Silvina Sanmartino
* Extraído de la presentación del Seminario Internacional en Las Jornadas del Departamento de investigación de Psicoanálisis con  niños del CIEC - NRC

martes, 5 de febrero de 2013

NOTA 4


Si pensamos que La civilización, es un modo de gozar, es un  sistema de distribución de goce a partir de semblantes. ¿Como podríamos nosotros, los psicoanalistas,  no interesarnos en el régimen de goce de la civilización en la que estamos? Que Jacques-Alain Miller y Eric Laurent han interpretado como la época de la “feminización del mundo”, El nuevo reinado del no- todo.
Esta interpretación nos propone una lectura que no es de carácter sociológica ni moral, sino más bien clínica y por lo tanto ética. Ya que este nuevo régimen de goce tiene implicancias en la subjetividad, en la producción síntomas, en las formas de las identificaciones, en los lazos sociales y amorosos, en los cuerpos.
 “La feminización del mundo”  también nos pone al trabajo de seguir investigando y estudiando la sexualidad femenina, sus modos de relación al Otro que no existe, a la autoridad, al Ideal, al goce no todo fálico, de cada uno, que hoy se presenta como un derecho para todos. La libertad del consumidor no es más que una ficción reguladora en el orden social actual, donde el sujeto parece amo, pero debajo está comandado, organizado.
El universo de  los semblantes  en los cuales nosotros  vivimos, incita a creer que todo es posible. El psicoanálisis en cambio hace surgir para cada uno la experiencia del límite, la experiencia de lo imposible ligada al sinthome. Va en contra de la homogeneización de los sujetos y da a cada uno acceso a su estatuto de excepción, contrariamente a lo que hoy propone la ciencia y el capitalismo.
J.A. Miller en la presentación del Seminario el Otro que no existe, nos dice:  “Si ya franqueamos la prisión del uno, del uno Otro, para pasar al dos, es posible abrigar cualquier esperanza y quizá también cualquier desesperación….nos presentamos  aquí de a dos para debilitar, hacer vacilar, socavar al Otro, para mostrarlo en su ruina y al mismo tiempo, para construir y presentar el comité, para manifestar que la inexistencia del Otro inicia precisamente la época de los comités, en la que hay debate, controversia, polílogo, conflicto, esbozo de consenso, disensión, comunidad- confesable o inconfesable-, parcialidad, escepticismo sobre lo verdadero, lo bueno, lo bello, sobre el valor exacto de lo dicho, sobre las palabras y las cosas, sobre lo real. “
Carolina Aiassa
Área de Enseñanzas
- Extracto de la presentación del Seminario Internacional en el Coloquio del Departamento de Política y psicoanálisis del CIEC.

NOTA 3


La feminización del mundo es una interpretación  que Jacques-Alain MiIler y Eric Laurent han hecho de la época, en la que se constata la declinación del Nombre del Padre. Ya no nos comanda la lógica fálica, sino mas bien el reino del no-todo, apareciendo como brújula el objeto “a”  como un objeto provisto por el mercado, y cuántos mas objetos se proponen a la satisfacción pulsional, más ese goce ligado a ellos aparece sin forma ni medida , fuera de toda métrica fálica.
A decir de Miquel Bassols (1) “en la medida que el sujeto se ve llevado a encarnar, a ser reducido a un objeto por el discurso de la ciencia, se produce el efecto feminizante que es el objeto “a” tanto para hombres  como para mujeres”; se constata entonces un cambio en el Otro social, lo cual tenemos la oportunidad de verificar en nuestra clínica, se percibe claramente en el lazo que los hombres y las mujeres establecen y  en su relación con los objetos.
La alianza del discurso de la ciencia y del discurso capitalista, tiene como consecuencia  como bien lo explicita el argumento de estas jornadas “la liberación de este objeto de goce que se vuelve entonces independiente de todo lazo social y es solo regulado por el mercado”; Jacques-Alain Miller caracteriza esta época por el predominio del plus de gozar sobre el ideal (2), época también caracterizada por fenómeno contemporáneo de la aspiración a la feminidad.
La hemeroteca del CIEC ha realizado una excelente recopilación de textos de nuestro invitado Guy Briole que nos facilitará la tarea de ir acercándonos a su pensamiento. En uno de ellos que lleva por titulo “el lazo social intoxicado”, Briole nos advierte que el sujeto toxicómano hace lazo social con su toxicomanía de una manera diferente en un medio u otro; por medio de un discurso puede hacerse representar por significantes que no existen sino por ser lugares comunes, es precisamente allí que los otros le aplican, ese significante que lo representa: toxicómano, adicto, alcohólico o fármaco dependiente para la OMS. Se pregunta entonces Briole ¿Cómo orientarse con este sujeto? ¿A partir de que clínica?, se responde más adelante “pensar al consumidor de drogas como un sujeto y no como un toxicómano lleva a una clínica del sujeto y a las consecuencias de transferencia que supone…abrir la  posibilidad de la palabra a alguien ,  implica encontrar una manera de hacer para ayudar a estos sujetos a elaborar un medio para ir contra el goce mortífero que los invade” es dejar una posibilidad a la palabra , darle la posibilidad a ese sujeto de construir otro broche que se sostenga del trabajo de la transferencia.
Javier Cabrera
Área de Enseñanzas
  • Extracto de la presentación del Seminario Internacional en las jornadas del Departamento de T y A del CIEC
<!--[if !supportLists]-->(1)   <!--[endif]-->Bassols, Miquel. Ciencia , ficción y feminización. El orden simbólico en el Siglo XXI. Grama, Bs. As. 2012.
<!--[if !supportLists]-->(2)   <!--[endif]-->Alain Jacques-Alain. EL Otro que no existe y sus comités de ética. Paidos, Bs. As. 2005

NOTA 2

Si algo tenemos en cuenta hoy los analistas, es que ya no estamos en la época en que el NP nos cobijaba, en que el Otro portaba los semblantes de la autoridad. Hoy tal como lo ha planteado muy claramente Jacques-Alain Miller estamos en otro régimen de existencia, en el que ya no es la lógica fálica la que comanda, sino más bien el reino del no-todo, la lógica no- toda que privilegia la serie, por sobre la excepción.
Si lo que aparece como brújula en este contexto es el objeto “a”, como un objeto provisto por el mercado, hoy un niño también puede ingresar en esa serie, la de los objetos.
¿Cómo podemos pensar la incidencia de la feminización emergente en eso que le pasa a un niño? 
Si tomamos por ejemplo el significante "parentalidad", neologismo de época, tal como lo llama M. H. Brousse, vamos a encontrar que es un término que tiende a reemplazar al de familia, el cual a su vez estaba enraizado en la diferencia de las funciones padre y madre, y sostenido por la autoridad paternal.
Así como la familia clásica reposaba en este régimen fálico del NP, del sostén basado en la autoridad del padre y en la diferencia clara en las funciones de cada uno de los progenitores. Actualmente nos encontramos con que no hay el predominio de la autoridad paternal, la forma de autoridad ha cambiado y no solo en las familias, en la época en general. Y uno de esos efectos lo constatamos en la variación del ejercicio de las funciones. La parentalidad, como signo de la época nos remite a una posibilidad de intercambio y simetría entre el padre y la madre. Y también a una simetría en los lazos en general de la familia: padre-madre-hijos.
¿Los efectos producidos en un niño a partir de esta nueva configuración que tiende a la simetría, es parte de la feminización del mundo?
¿Los nuevos modelos de autoridad parental tienen que ver con este efecto feminizante? Son parte de los interrogantes que nos invitan a debatir, a tratar de sacar las consecuencias clínicas y políticas de lo que  "La feminización del mundo" puede llegar a nombrar.
Eugenia Molina
Coordinadora del Área de Enseñanzas
* Extracto de la presentación del Seminario Internacional en las jornadas del Departamento de investigación de psicoanálisis con niños del CIEC-NRC

PRIMERA NOTA SOBRE LA FEMINIZACIÓN DEL MUNDO

J.-A. Miller caracteriza esta época como el nuevo reino del no-todo cuyo régimen es la serie continua sin ley, que dejando atrás el privilegio de las excepciones viene a acentuar el no hay excepción. Los conjuntos ya no aportan la tranquilidad de una referencia cerrada y la evaluación se erige como un modo de verificación permanente.
Situamos en esta época la inexistencia del Otro solidario del ascenso al cenit social del objeto  “a”, hay dominación del objeto sobre el ideal, prevaleciendo el imperativo de gozar.
Tomando el cambio producido en el régimen de existencia a partir de I< a, situamos algunos interrogantes que pensamos pueden ser efectos del mismo:
- ¿Cómo este cambio de paradigma afecta los lazos, los cuerpos y la relación entre los sexos?
- ¿Qué incidencia tiene la época del notodo en los nuevos modos de gobierno conducido por mujeres?
- ¿La violencia cuyo objeto son las mujeres, el feminicidio, se desprenden también de este efecto?
- ¿Cómo incide el efecto feminizante y qué consecuencias extraemos en la clínica de las nuevas configuraciones familiares?
- En la época del avance tecnológico y científico, donde las neurociencias y su afán evaluador del sujeto se hace eco de un régimen no-todo que favorece el todos iguales, ¿cómo se introduce la diferencia?