Reseña del tercer encuentro
La feminidad emergente
Continuando con la serie de las cuatro elaboraciones sobre la Feminización del mundo, el pasado miércoles 20 de marzo, en el Hospital Neuropsiquiátrico provincial, compartimos la tercera elaboración bajo el título: La feminidad emergente, ocasión en la que presentaron sus estados de trabajo, Claudia Lijtinstens y Dora Saroka por la Red de la EOL, Sección Córdoba y Roxana Chiatti y Graciela Martínez por el Departamento de estudios de Psicoanálisis y Cuerpo. La coordinación de la mesa estuvo a cargo de Marcela Piumetto del Área de Enseñanzas.
Claudia Lijtinstens en su presentación, abordó el sintagma la feminización del mundo , ordenador de un nuevo simbólico , no como una cuestión de género ,sino como la prevalencia de una modalidad de satisfacción sobre la ley del deseo, consonante, a su vez, con la prevalencia del objeto a por sobre los ideales.
Se puede constatar en la clínica con niños, cómo el principio de autoridad se ve conmovido y perturbado. Niños hermanados, emparejados con sus padres, bajo un tenaz borramiento de las diferencias.
Nos propone pensar las soluciones femeninas frente a la castración y a las dificultades de la vida sexual y amorosa, proponiendo a su vez la posibilidad de un análisis como vía posible de vaciamiento del Otro, de separación del goce, de ese empuje a la satisfacción.
Dora Saroka nos planteaba una serie de interrogantes en relación a cómo incide este efecto feminizante, en los niños nacidos de las nuevas formas de reproducción; resultado de la influencia de la ciencia en nuestra civilización y qué consecuencias para la clínica a partir de las nuevas configuraciones familiares .
Toma como referencia el texto de Jacques-Alain Miller“ El niño, entre la mujer y la madre”, para señalar que no basta con la intervención del Padre, hace falta que la madre no se sienta disuadida de encontrar el significante de su deseo en el cuerpo de un hombre.
¿Qué sucede entonces en las nuevas configuraciones familiares, cuándo el deseo de la madre no se dirige al cuerpo de un hombre, sino a otra mujer como partenaire sexual, y qué efectos, cuando el cuerpo de un hombre queda reducido a su mínima expresión, a una célula?
En esta línea, cómo se podría pensar a la luz de la última enseñanza de Lacan, plantea la existencia no sólo del par capitalismo-ciencia, sino del par, amor- ciencia.
Roxana Chiatti, se refirió a los efectos en el cuerpo de lo que hemos llamado la feminización del mundo.
Para tener un cuerpo es necesario que el significante muerda, que deje sus huellas. Entonces ¿qué consecuencias para la subjetividad actual, caracterizada por el estallido de la cuestión femenina, goce difuso, informe, insituable por la marca significante? ¡Qué efectos genera este disfuncionamiento?
El real propio de la época está desordenado, y para decirlo con Guy Briole, el goce indexa un disfuncionamiento absoluto del ser hablante con su propio cuerpo.
Para resistir a la división subjetiva, actualmente se constatan modalidades especiales que marcan el cuerpo. La inscripción en la carne como una función de nuestro tiempo.
Graciela Martínez, en su trabajo tomó el Seminario 17, para referirse a la feminización por estructura. Lacan señala que el objeto a del lado masculino, tiene un efecto feminizante porque reconoce lo que forma la causa de su deseo. En cambio del lado femenino el objeto a se transforma en una insustancia. No regulado por la castración, sino ligado a La mujer como horizonte, provocaría un borramiento de la singularidad y un uso del objeto que implica un goce sin límite, sin la orientación del Nombre del Padre.
Frente a la proliferación de ofertas terapéuticas, la oportunidad de los psicoanalistas se hará presente precisamente para dar lugar a lo contingente, alojando la palabra, con consecuencias sobre el goce y la singularidad.
Entre las intervenciones, Cristina Martínez de Bocca, se refirió a que en esta época post-paterna caracterizada por el orden del no-todo, lo que cuenta es la posición que cada uno asume, frente al amor, al deseo, al goce. Se trata de querer el propio síntoma. El goce femenino es el modelo de goce como tal, ese goce fuera de sentido, ilimitado y lo único que podría hacerle de límite sería el síntoma. Lo que cada uno busca es el significante del deseo, eso es lo que se va a trasmitir.
Claudia Lijtinstens por su parte, destacó que si bien la relación sexual no existe, se la hace existir por los objetos, entonces, ¿qué va a venir a hacer de diferencia? ¿Cómo se va a introducir la disimetría hoy?
El sinthome es lo que viene al lugar del Nombre del Padre, La operatividad del analista consiste en poder captar esa cifra singular y promover cómo cada uno va a inventar una nueva ficción.
Finalmente Eugenia Molina destacó la importancia de que los analistas podamos apuntar al síntoma como la vía de lo singular, como lo que hace a la diferencia.
Las preguntas se suman, y las respuestas posibles abren el camino para seguir investigando de cara al próximo Seminario Internacional del CIEC…
Los esperamos al próximo y último encuentro antes del Seminario, el miércoles 3 de abril a las 9, 30 hs. Con el tema: El horizonte de la mujer.
Presentarán sus trabajos, Alejandro Willington ( BOLC) Y María Marta Arce ( T y A Córdoba).
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